MI HIJO/a NO HABLA BIEN O NO HABLA ¿Que debo hacer?

Mi hijo no habla, ¿hay que esperar a que tenga 3 años?

Una de las preguntas más insistentes de los padres.

Mi opinión: NO debes esperar. ¿Por qué?

Los hitos evolutivos del habla suelen ser un punto de referencia en el desarrollo . Sí, pueden cambiar y existe una vía de desarrollo individual, pero sin una referencia a las normas no se sabe hacia dónde podemos llegar. Si un niño no tiene un vocabulario activo a los 2 años, es motivo de preocupación.

Los motivos del «silencio» pueden ser diversos, y cuanto antes sean identificados por los especialistas, más tiempo habrá para corregir la situación y ayudar a tu hijo a hablar. Y hay muchas razones, ¡y el esperar no las eliminará!

Mucha gente habla de la genética: por ejemplo, el padre del niño también habló tarde. Hay casos así, pero ¿merece la pena perder el tiempo cuando ya puedes «empujar» a tu hijo a hablar?

¿Qué factores influyen en que un peque comience a hablar tarde?

El factor social: la falta de comunicación

El principal factor social asociado a las deficiencias del habla es la falta de comunicación entre los padres y sus hijos. Puede haber diferentes razones para ello: los padres están muy ocupados y simplemente no tienen tiempo, cuando llegan a casa prefieren ocuparse de los gadgets, y los niños hacen lo mismo, observándolos e imitándolos. Esto no quiere decir que no quieran a su hijo, pero no es raro que envíen mensajes de texto a sus amigos en lugar de quedar y hablar con ellos cara a cara. En una situación así, apenas hay comunicación real. Los padres intentan dar a su hijo lo mejor, y se esfuerzan por ello: le compran ropa bonita, juguetes caros, encuentran tiempo para llevarle a una cafetería, al teatro o al cine. Pero a menudo no tienen tiempo para jugar con su hijo.

«El habla sólo nace en el momento en el que hay una interacción entre el niño y el adulto, así es cuando se forma la palabra que es producida por el adulto que a su vez se a un objeto, la acción o el atributo que representa».

Cuando un bebé empieza a conocer el mundo material que le rodea, sólo un adulto puede enseñarle a utilizar los distintos objetos, a mostrar para qué sirven. Es en esta interacción, cuando el padre muestra al niño el objeto y lo nombra, cuando la palabra y la cosa se combinan en la mente del niño, se desarrolla la comprensión del habla y se produce su propio surgimiento.

Factores biológicos

El retraso en el desarrollo del habla puede estar influenciado por factores que actuaron antes del nacimiento del niño, durante el desarrollo fetal, así como durante y después del nacimiento. No es tan importante cuándo entran en juego exactamente. Lo importante es averiguar la causa de la deficiencia para determinar la dirección y el contenido del trabajo. La herencia no juega ningún papel en este asunto. Por ejemplo, si un niño de tres años no habla, sus padres no deben estar tranquilos por el hecho de que su padre hasta esa edad no hablaba, y luego se puso rápidamente a la altura de sus compañeros. Al fin y al cabo, los motivos del silencio de papá y del niño pueden ser muy diferentes.

Un problema de audición

Es lo más obvia y fácil de detectar cuando un niño no habla. Su bebé puede tener una pérdida de audición o hipoacusia. Para descartar el problema, es necesario realizar un estudio audiológico, es decir, la medición de la sensibilidad auditiva con una herramienta especial.

Problemas emocionales

Esta parte es muy importante tenerla presente ante cualquier situación. En torno a los 2 años, los niños ya son capaces de mostrar y espresar sus emociones, pero no son capaces de gestionarlarlas.

¿Por qué ocurre eso? Las emociones nacen en el sistema límbico y es un área que madura antes del área prefrontal  que es el encargado de controlar, inhibir y gestionar la información, acciones y las emociones. Si nosotros, los adultos, no les ayudamos con esto, quizás nuestros peques pueden encontrarse en situaciones confusas que pueden repercutir en su desarrollo emocional.

¿Cuáles son los principales problemas emocionales que afectan al desarrollo del lenguaje?

  1. Apatía
  2. El enfado
  3. Ira
  4. Rabia,
  5. La autocompasión,
  6. Tristeza
  7. Frustración
  8. Desconformidad

Trastornos neurológicos

En algunas situaciones un niño puede no ser capaz de hablar por una afectación física física. Esto se debe a trastornos del habla o a problemas a nivel de la corteza cerebral que impiden al niño pronunciar ciertos sonidos, programar un discurso, enlazar sílabas en palabras y palabras en frases. En este caso, también recomiendo ver a un neurólogo y hacer algunos estudios más exhaustivos. El papel de un logopeda es crucial, aquí también. 

Discapacidad intelectual

Este problema es inseparable de los trastornos del desarrollo del habla.

Si un niño tiene una afectación a nivel cognitivo, esto afectará inevitablemente a su habla. Esta desafortunada causa suele descartarse porque a día de hoy en muchas situaciones sigue siendo un tema tabú.

Otro motivo se debe a que a una edad temprana, no es fácil diferenciar entre las distintas funciones mentales superiores, que dependen del habla y el pensamiento.

Simple retraso del habla

Tal vez sea la causa más «inofensiva», porque los niños suelen superar el problema con el tiempo. Entonces, a partir de aquí  es cuando surge la típica frase «ya hablará». Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que las habilidades lingüísticas que se forman más tarde de lo habitual también retrasan el desarrollo de otras capacidades cognitivas, personales y emocionales. Afectan al posterior rendimiento académico e incluso laboral.

¡No hay dos niños iguales!

 Sí, todos los niños son diferentes. Pero, desde mi punto de vista, es mejor adelantarse, recibir recomendaciones y seguirlas que esperar a que el discurso aparezca por sí solo. En el primer caso, se actúa, y la acción tiene que ver con el cambio y los resultados.

Por último, para un niño, el habla es tanto una comunicación como una forma de conocer y comprender el mundo (saber cómo se llaman los objetos que me rodean). Y, en el mejor de los casos, a los 3 años el niño se comunica con el mundo de una manera diferente (más compleja) que a los dos años.

¡Formación del autoestima!

Tampoco nos podemos olvidar de que el autoestima se forma antes de los 6 años, un niño que no habla no sólo se pone nervioso y se enfada cuando se le malinterpreta, sino que después de los tres años ya puede compararse con los demás y llegar a la conclusión de que hay «algo malo» en él.

Recuerda: si ya hay un retraso y no se hace nada al respecto, sólo empeorará la situación. Y el habla, como recordamos, no se desarrolla de forma aislada, sino que forma parte de un sistema coherente.

Así que no te asustes, colabora con los especialistas y no tengas miedo de ponerte en contacto con ellos.

Por desgracia, no es raro que el «no pasa nada, espera» se convierta en un «¡¿dónde estabas antes?!». No esperes, ¡todo está en tus manos!

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